domingo, 30 de mayo de 2010
Embustera (Joaquín Sabina)
Siempre voy a tenerte que agradecer
que hayas sido conmigo tan embustera
y me hayas enseñado lo que es querer,
bailar mientras rodamos por la escalera
Has despejado mis dudas
y has logrado que aprendiese
a ser un perfecto Judas
desde la jota a la ese
Contigo que comprendido que, la humedad
es algo que se seca y se olvida
gracias a tí he sabido que, la verdad
es sólo un cabo suelto de la mentira
Por eso sé que perderte
no era quedarse sin nada
La muerte es sólo la suerte
con una letra cambiada
Embustera!
tu corazón es una cremallera de Christian Dior
blanqueas emociones,
traficas con botones,
pierdes con mi perdición
Dormir contigo es repetir francés en una Facultad
donde un Miró parece una esquela
y enseñan cuánto mide la oscuridad
sumando pesadillas y duerme-velas
Hoy llamo a las rosas pan
y al vinagre desatino
las mujeres que se van
se quedan en el camino
Por mucho que me duela debo admitir
que otras me ven sin ropa y tú desnudo
Será mucho mejor si pretendo huir
cortar la cuerda, deshacer el nudo
Ya no juego en tu tablero
he roto nuestra baraja
Sólo diré que te quiero
si es a punta de navaja
Embustera!
tu corazón es una cremallera de pantalón
blanqueas emociones,
traficas con botones,
pierdes con mi perdición
Embustera!
Embustera!
miércoles, 19 de mayo de 2010
lunes, 10 de mayo de 2010
No encuentro un momento para olvidar (Miguel Bosé & Sasha Sokol)
Boca a boca, y olvidando respirar
nuestras lenguas juntas, se ahogaban
Yo en tu cama, tenía ganas de morir
y moría...
Noche a noche, en todo aquello que callar
nos unía el tiempo, de un pacto
Yo a tus ojos, tenía ganas de volver
y a ellos regresaba...
Más allá de tí... sí, mucho más allá
queda aún mucho por vivir, que es todo y más...
Fué tanto amor, fué tanto amor
fué tanto, tanto, tanto amor!
que no encuentro el momento pa' olvidar
No tengo ganas de olvidar
Cuerpo a cuerpo, no había un minuto que perder
ni en la tregua intensa, de un beso
No bastaba, con la vida que te dí
y una a una todas
Más allá de tí, aún queda por saber
hasta donde no llegué
Y si hay algo más, fué tanto amor
Fué tanto amor
fué tanto, tanto, tanto amor!
que no encuentro un momento pa' olvidar
No tengo ganas de olvidar...
No doy con el tiempo pa' olvidar...
Me pierdo en el tiempo pa' olvidar...
No quiero ni puedo olvidar...
Y es que no hay ganas de olvidar...
No puedo olvidar...
Fué tanto, tanto, tanto amor!
No tengo ganas de olvidar...
sábado, 8 de mayo de 2010
Ni tú, ni yo (Ricardo Arjona)
Lo nuestro, pa' empezar, no es de novela,
ni de Romeos muriendo por Julietas
Ni haremos de Love Story la secuela,
ni somos de este circo marionetas.
Lo nuestro tiene un poco de desquite,
y no comparte fines de semana
Lo nuestro se cocina en escondite,
y se sirve de a dos sobre la cama.
Por hoy déjame ser tu hombre perfecto,
mientras que te aparece el indicado
Para casarte busca un arquitecto,
para hacer el amor un desalmado.
Lo nuestro no pregunta por futuros,
jamás llegué o me fuí con equipaje
Lo nuestro se sustenta en lo inseguro,
y no se ampara en celos ni chantajes.
Ni tú ni yo... ni yo ni tú!
queremos que se contamine
este amor que sin permiso
durará hasta que termine.
Ni tú! ni yo!
estamos pa' los modales
que requiere el protocolo
de las páginas sociales.
Ni tú ni yo... ni yo ni tú...
(¿Me estás oyendo inútil?
Este amor durará hasta que tú quieras)
Lo nuestro es por salvaje verdadero,
y no se ampara en códigos morales
Lo nuestro es clandestino y tan sincero,
que no precisa abrir más sucursales.
Jamás te amenacé ojo por ojo,
ni hago chantajes con lo que dijiste
Reinventas Kamasutras a tu antojo,
y nunca pregunté dónde aprendiste.
Ni tú ni yo... ni yo ni tú!
queremos que se contamine
este amor que sin permiso
durará hasta que termine.
Ni tú! ni yo!
estamos pa' los modales
que requiere el protocolo
de las páginas sociales.
Ni tú ni yo... ni yo ni tú...
Ni tú estás pa' jardín con sube-y-baja,
ni yo pa' BBQs ni domingadas
Aquí cada quién va para su casa,
y no se anda con tanta tarugada...
sábado, 1 de mayo de 2010
El mito masculino de la mujer infiel (Rosa Montero)

Una empresa de cosméticos italiana mando hacer una encuesta sobre las consecuencias físicas y psíquicas del adulterio, y el trabajo arrojó unos resultados espectaculares.
Al parecer, las mujeres rejuvenecen con la infidelidad; el 47% se preocupa más de su aspecto; el 28% adelgaza y recupera la línea; el 24% asegura que su piel se vuelve más tersa y luminosa, y el 52% sostiene que la traición les da más equilibrio psicológico.
Además, el 26% confiesa que no tiene ningún sentimiento de culpa: de todos los apartados relacionados con el remordimiento, este es el que obtiene el porcentaje más alto.
En el caso de los hombres, sin embargo, sucede casi lo contrario. Por ejemplo, el 32% de los varones se siente muy culpable tras el adulterio; también el 32% se ven con más arrugas, y el 24% más barrigones. Se diría que a los señores les sienta fatal echarse una cana al aire, mientras que a las mujeres nos pone estupendísimas.
Esta increíble encuesta parece dar la razón a uno de los terrores ancestrales del varón, a ese mito masculino de la mujer infiel, esto es, de la hembra despiadada, insaciable; de la compañera mentirosa que en realidad no depende tanto de él, como él se siente depender de ella.
La literatura universal esta llena de relatos de mujeres infieles. Un ejemplo perfecto es la "Historia del rey Schahriar y su hermano Schahseman", la historia es la sgte:
"Viudos y entristecidos, los hermanos se marchan por el mundo, hasta que se encuentran en una playa con un efrit (un genio maligno). Ocultos en un árbol, contemplan cómo el genio abre un cofre, y sale de él una joven muy hermosa. El efrit se queda dormido, y la joven inmediatamente les ordena que bajen del árbol y la posean, con la amenaza de despertar al genio si no obedecen. Los reyes, asustados, hacen el amor con ella; luego la joven les pide sus anillos, los enfila en un cordel en el que ya hay 570 sortijas, y les explica que el genio la raptó en su noche de bodas y que la tiene prisionera desde entonces; y ella se venga poniéndole los cuernos cada vez que puede."
Hasta aquí, el relato de la infidelidad con toda su carga de elementos míticos; desde la promiscuidad legendaria de las mujeres a la motivación de la muchacha. Porque la chica no hace el amor con cientos de hombres llevada por el deseo de gozar, sino por el afán de vengarse. Quizás en este relato subyace el barrunto inconsciente, por parte de los hombres, del machismo al que someten a las mujeres, y el temor a que ellas se venguen en lo que más les duele: en esa intimidad emocional en la que se sienten tan indefensos.
Cuento todo esto porque la infidelidad de la mujer es un tema complejo y profundo. Pero, más alla de los prejuicios machistas, en la infidelidad, sea de mujeres o de hombres, se juegan muchas otras cosas; sobretodo, me parece, el deseo o el sueño de ser otro.
Quién no ha sido infiel alguna vez en su vida? por lo menos mentalmente, imaginariamente. La ambición de tener lo que no tenemos y ser lo que no somos forma parte sustancial del ser humano; y la infidelidad, por lo tanto, también. Aunque uno nunca se atreva a llevarla a la práctica. De todo ese mundo turbio compuesto de miedos y deseos, de necesidades y venganzas, de identidades que se inventan a sí mismas y mitos ancestrales, trata este tema fascinante e inacabable.
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